El despertar del abrazado

domingo, 3 de enero de 2016



¡Fuego! ¡Aire!
La gota de sangre que cae
y golpea con dureza la madera.

¡Viento! ¡Dolor!
Un cristal rojo ocupa mi visión
y hace un ruido molesto al estallar en mil pedazos.

¡Silencio! ¡Oscuridad!
Una dulce tranquilidad ocupa mi mente
y tengo ganas de cantar.

¡Ruido! ¡Sacudidas!
Dejadme tranquilo.
Quiero bailar. No sé por qué me siento tan ligero.

¡Adiós! ¡Hola!
El ciclo eterno continúa imperturbable.
La entropía del universo avanza inexorable.

¡Tristeza! ¡Risa!
Lloro, pero no sé por qué.
No recuerdo de qué me he despedido para siempre.

Nada.
Floto en el vacío.
Y pienso que quizá debería dirigirme hacia la luz.
Pero, ¿hay una luz?

1 comentario:

AlejoAC dijo...

Su pelo es espuma...
¡Antidisturbios!